Al poco rato de empezar con nuestro personaje tenemos que crear también al peón principal que nos acompañará a lo largo de toda la partida. También podrán acompañarnos dos peones más. Todos estos personajes son controlados por la CPU pero de alguna manera parece que estamos en un cooperativo online. Cada personaje tiene su propia personalidad, nos hablan, dan consejos, van a abrir cofres, fabrican objetos... Por si fuera poco en combate también son la mar de apañados utilizando sus habilidades de manera lógica y curándonos cuando se lo pedimos (sí, estoy pensando en ti, maldito pato Donald de Kingdom Hearts).
Más adelante podemos ir cambiando de peones. Algunos los encontraremos paseando por caminos, en cuevas. Otros nos esperan en las piedras de falla. Tenemos de todo, desde personajes creados por la propia Capcom hasta personajes que ha creado la comunidad de jugadores con el aspecto de Geralt De Rivia, Solid Snake o Nicolas Cage, por decir algo. Podemos pasar días con ellos y después despedirlos con un regalito para su creador. El resultado es muy satisfactorio y la mar de divertido.