"Nuestros últimos juegos, como Nioh o Wo Long: Fallen Dynasty, ofrecían una experiencia de acción muy lineal centrada en hacer frente a enemigos muy poderosos contra los que tenías que probar diferentes tácticas para derrotarlos", explica Yasuda. "Cuando conseguías derrotarlos, obtenías una gran sensación de satisfacción y estos juegos fueron diseñados con esa filosofía en mente".