El periodista de Game Informer que se encontró a Miyamoto en un pasillo tras la presentación, y su cara lo decía todo:"Su sonrisa se había ido. Se encontraba rodeado de miembros de su equipo de desarrollo y estaba furioso. Nunca olvidaré la imagen de Miyamoto dando órdenes en japonés a sus tres empleados, con el dedo apuntando hacia arriba".