ANÁLISIS: SIFU, aprender a jugar a base de tortas nunca fue tan gratificante

Sifu ha sido la primera gran sorpresa del año. Los chicos de Sloclap nos han mandado un código antes de lanzamiento. Después de pasarme varios días jugando os quiero contar lo que me ha parecido.

El juego nos cuenta la típica historia de venganza que empieza cuando somos testigos de la muerte de nuestro padre. De una misma forma parecida a Shenmue, juramos venganza mientras buscamos a las personas que queremos eliminar. Nuestro piso franco nos sirve para investigar gracias a un tablón, entrenar y desbloquear nuevas habilidades (comprándolas un total de 5 veces para hacerlas permanentes).

Hay que dejar claro que Sifu no sigue la estructura de un juego de aventuras. Se trata de una especie de roguelike parecido a Hades o Returnal en el que repetimos varias runs, desbloqueando atajos, habilidades permanentes y dominamos el estilo de combate que nos propone.

El sistema de combate cuenta con un botón de golpe fuerte y un botón de golpe flojo. Tenemos un botón de bloqueo para hacer parrys y también podremos esquivar en todas las direcciones para los golpes con un aura de color. También tenemos un botón para recoger armas del juego y una combinación para terminar con nuestro enemigo haciendo un combo. Por otro lado los enemigos tienen una barra de vida y otra de equilibrio. Nosotros también. Por último si lo hacemos bien iremos rellenando una barra de concentración que para el tiempo y nos deja escoger el lugar donde propinar un golpe crítico a nuestro enemigo.

Durante las próximas semanas se va a hablar mucho de la dificultad del juego. ¿Es Sifu realmente difícil? La respuesta es un SÍ rotundo. Si vas a lo loco sin pensar es muy difícil que no pases del boss del segundo nivel. Muchos se quedarán ahí. Sifu es exigente con los novatos y te da una bofetada de realidad que te obliga a aprenderte bien tus mecánicas. Una vez dominas el parry, las esquivas y piensas antes de golpear literalmente se convierte en otro juego.

Lo que hace realmente especial a Sifu es el funcionamiento del amuleto mágico. Empezamos el juego teniendo 20 años. La primera vez que nos maten podremos resucitar pero habrá pasado un año. La próxima vez que nos maten habrán pasado 2 años y así sucesivamente. Algunos midbosses hacen reducir el número de la próxima muerte.

El juego nos hace visitar 5 áreas repletas de enemigos y jefes finales. ¿Qué es lo que sucede? Que la partida terminará si nos matan y tenemos más de 70 años. Tocará empezar de nuevo y lo habrás perdido todo menos las habilidades que hayas convertido en permanentes. Ya sabes, toca ensayo y error. El sentido común es lo que mejor sirve: Evitar que te rodeen los enemigos, vigilar con los que tienen armas y aprenderse los patrones de ataque.

Lo importante es pensar bien cada run y ser consciente de la edad y de las limitaciones. Si hacemos un mal primer y segundo nivel empezaremos la tercera pantalla con 50 años. Esto hace que el resto de pantallas no te dejarán con mucho margen de error. Resulta de gran ayuda buscar por el escenario las rutas y llaves que desbloquean un camino más directop hacia el boss. También es importante rezar en las estatuas que nos dan mejoras:

Hay 3 bloques:

Ventajas por edad: mientras no pasemos la edad que nos marca podremos mejorar nuestro equilibrio, la duración de las armas o la vida que ganamos al noquear.

Ventajas de puntos de combate, que se gastan en otras ventajas: ganar equilibrio al esquivar, al desviar… Y las

Ventajas de experiencia: Para ganar más barras de concentración, más daño con armas o poner a cero el contador de muertes.

El juego gráficamente tiene una estética cartoon con algunas texturas simples. Eso sí, la dirección de arte es una pasada. Los escenarios y la iluminación molan mucho, con muchas situaciones variadas y giros de cámara impresionantes. La banda sonora acompaña muy bien el apartado sonoro en los golpes está muy cuidado. Técnicamente va muy fluído y nos hemos tenido ningún problema. Hemos analizado la versión de Playstation 5. El juego dura unas 15 horas, dependiendo de tu habilidad y las ganas de revisitar y desbloquearlo todo.

Sifu es difícil y exigente pero también es realmente justo con el jugador.

A poco que muestres un poco de interés y paciencia pronto te convertirás en un maestro de artes marciales.

Un poco como la vida. Aprendes a base palos pero ser consciente de tu progreso es tremendamente satisfactorio.

En eso Sifu no tiene rival.