Sí, estoy seguro de que el personal de gráficos sintió más presión que nadie. Y no solo en el caso de Elden Ring, sino también con todos los juegos que hacemos. La fidelidad gráfica no es algo que pongamos como prioridad. Lo que pedimos por los gráficos depende de los sistemas y requisitos del juego, y es menos prioridad comparado con otros elementos del desarrollo"