¿Habéis oído alguna vez eso de que 'un clavo saca a otro clavo'? Vosotros no sé, pero seguro que Kirstie Allsopp la tiene colgada en su casa en un cuadro a punto de cruz, pero ligeramente cambiada : ''Nada como la violencia para acabar con la violencia''.

Esta colaboradora del Channel 5 británico explicó hace unos días que en junio, desesperada por conseguir que sus hijos le hicieran caso y dejasen de jugar con el iPad, la mejor idea que se le ocurrió fue reventarlo contra la mesa.

Lo explicó de esta forma:

"Es la primera vez que lo digo públicamente, pero en junio reventé con iPads de mis hijos (...) contra la mesa. Hay un juego que se llama Fortnite y otro que se llama PUBG para los que creamos todo tipo de normas y horarios pero todas estas reglas se rompieron, por lo que al final tuve que físicamente destrozarlos."

Al oír el nombre''Fortnite'', el resto de los colaboradores de la mesa se escandalizan y horrorizan como si hubiera hablado del mismísimo demonio y alguien incluso dice "Dreadful", es decir "Terrorífico". No sé a qué Fortnite juega esta gente pero vamos...

Este comportamiento por parte de Kirstie Allsopp es cuestionable a muchos niveles distintos: - No sabemos cuánto debe cobrar, pero si en un arrebato de ira contra sus hijos le da por reventar dos máquinas que cuestan entre 600 y 1000 euros, que diga qué ha estudiado y dónde echar el currículum. Y le recomendamos que se apunte a clases para aprender a sobrellevar el estrés. - Si su idea de educar contra la violencia es con violencia, todo mal. O como diría Homer Simpson...

- ¿No habría sido mejor dar esos iPads a alguna causa benéfica antes que destrozarlos contra el canto de una mesa? No sé, digo...

De cualquier modo, luego culpará a lo videojuegos si sus hijos se vuelven violentos. Porque todos sabemos que el comportamiento de los padres y las personas que les rodean no les afectan para nada, todo lo malo es cosa de los videojuegos.

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