Bueno, pasó lo que tenía que pasar. Hace relativamente poco salió a la luz un peculiar sistema que Activision, distribuidora de títulos de enorme renombre como Call of Duty, Destiny o Crash Bandicoot, había patentado.
¿En qué consiste dicho sistema exactamente? Según un servidor tiene entendido, la cosa funciona de la siguiente manera; a la hora de buscar una partida en línea, el emparejador buscará cierto tipo de gente según tu estilo de juego, los cuales poseen un arsenal superior al tuyo, generalmente pudiendo obtenerse mediante micro-transacciones o una cantidad de horas de juego absolutamente absurda. Tras recibir la somanta de palos correspondiente, el sistema sugiere que quizá, sólo quizá, sería buena idea que adquirieses dicha arma, para que tu siguiente partida no sea digna de subirse a Redtube.
¿No te interesa? De acuerdo, todo perfecto, continúa a lo tuyo. ¿Te interesa comprarla? Fantástico, gracias por su compra y disfrute de su nueva y flamante arma. Ahora bien, la cosa no acaba aquí. Ahora el sistema te emparejará con jugadores que tienen un arsenal peor que tu nueva arma, y tras darles un merecido desproporcionado, el sistema sugiere a estos rivales que quizá, sólo quizá, sería buena idea adquirir alguna arma de este palo para conseguir esa sensación de venganza que tanto nos gusta a todos.
Esto es el sistema de micro-transacciones más ruin, rastrero y vil que han montado hasta la fecha. El revuelo que se armó fue más que digno y ante la mala leche de los usuarios y jugadores, Activision se apresuró a aclarar que no había sido implementado en ningún título... aún. No sólo se mantuvo en secreto, si no que este secretismo llegó al punto que los "dirigentes" de los estudios de Activision admitieron no tener ni idea de esto, siendo el caso más sonado el de Michael Condrey (cabecilla de Sledgehammer).
A esto se le añadió después el escándalo gigantesco que fueron las cajas de botín de Electronic Arts. Considerable contenido bloqueado, personajes icónicos con un precio que requería horas interminables de obtener créditos, cartas de habilidades que simplemente arrasaban cualquier equilibrio que aún tuviese el juego... Así que tocaba sufrir un via crucis casi interminable o pasar por caja, otra vez, para desbloquear a Darth Vader. O si no tocaba pasarte decenas de horas recopilando dinero mientras te meaban en la cabeza.
Si Activision mosqueó a la gente, Electronic Arts provocó que directamente le saltasen a la yugular y pidiesen las cabezas de quienes habían tenido la brillante idea ensartadas en lanzas.