“Recuerdo que el director me dijo: ‘¿Puedes darme tus bragas? Porque las estamos viendo en la escena y se supone que no deberías llevar. Tranquila que no se verá nada’ Y yo contesté: ‘Claro’, sin saber que ese momento cambiaría mi vida”.
Reivindico nuestro derecho a convertirnos en personas poderosas con cualquier forma de sexualidad que elijamos. Nadie nos puede quitar eso. Agradezco el premio porque durante mucho tiempo lo único que fui fue una broma”.