"Dios, eres tan guapa. Dios, es tan guapa. ¿Es verdad o no? Quiero decir, mírala. ¿Cómo se supone que voy a hacer esta entrevista? Mira a esta mujer. Es tan guapa. Díme, nena"
Más tarde Carol confesó como se sintió en ese momento:
"Empezó a decir en mitad de la entrevista que era muy guapa, interrumpió tres veces la entrevista para hablar de ello. Me reía, completamente incómoda. No sabía bien qué hacer. Me reía porque era una situación muy delicada. No me gustaba. En ese momento no sabía cómo reaccionar, pero veréis que estaba incómoda, no fue elegante interrumpir mi trabajo".