33.5 Teraflops de frecuencia de operaciones, una inteligencia artificial integrada para el re-escalado de imágenes, 2 TB de almacenamiento interno, resoluciones en 4k y aumento de fps en varios juegos. Claro está, dicho paquete de promesas no es muy distinto a lo que vimos también en el pasado cuando la PS5 salió al mercado.
En aquel entonces Sony se llenó de críticas, y eran muchos los que explicaban que las máximas resoluciones que prometía la consola estaban integradas en el hardware pero desactivadas por motivos de compatibilidad. Un problema que sería sorteado para la versión Pro. Solo lo sabremos una vez salga.