Sony finalmente decidió licenciar a través de ATLUS el juego para Norte América, entre otros motivos, gracias a que el juego original ya tenía actuaciones de voz en inglés incluso en Japón. Todo porque Miyazaki quería imprimir la ambientación de medievo tanto como fuera posible. Al menos así, solo había que traducir los textos.
Esta vez en Norte América ya tenían el periódico del Lunes, y advirtieron a los jugadores que NO era un título para todos, exprimía toda la destreza del usuario y se necesitaba paciencia para poder disfrutarlo. La crítica entonces fue más permisiva y el juego empezó a ganar la suficiente fama como para que Sony, a través de Namco Bandai, distribuyera el juego al resto del mundo; Sudamérica, Europa, resto de Asia, Australia y parte de África.
Lo habían logrado. A pesar de que incluso ahora los críticos se siguen quejando de que Miyazaki solo hace juegos dificiles (No lo va a dejar de hacer), Demon's Souls es visto como ese título de culto que todo gamer aprecia por ser el primero de muchos, por dejar un legado inmenso y el cual el tiempo, y un buen puñado de jugadores con paciencia, lograron poner en el lugar que merece.