Cuando el primer juego de Metroid fue lanzado en 1986, los videojuegos estaban lejos de presentar algún tinte político en sus historias. De hecho, la premisa de Metroid no era distinta a esto; Un cazarrecompensas que llega a un planeta para detener a piratas espaciales antes de que se hagan con los Metroides. Más aun, la historia de Metroid sería compleja si lo comparamos con otros juegos de la época como Pac-Man, Super Mario Bros, Donkey Kong o Tetris.

Pero Metroid nos tenía una sorpresa preparada para el final del juego, que adrede o no, fue pionera en lo que los videojuegos tomarían parte desde entonces: La mujer protagonista en un videojuego.

Corren los tiempos actuales y es dificil distinguir qué es "propaganda progresista" y qué no lo és. Lamentablemente, nuestra querida industria no es exenta de ese fenómeno que parece consumirlo todo. Una buena heroina femenina es alguien capaz de ganarse el afecto de todos. Una que claramente está por la labor de marketing y el mensaje de igualdad, se notará a leguas y te descolocará de la experiencia.

Aquí es donde entra la importancia de Samus. Cuando los jugadores probaron el título de Metroid por primera vez, asumieron que controlaban a un personaje masculino. Con esa armadura, casco y nombre era imposible pensar que se tratase de una chica la que estaba detrás. Los desarrolladores incluso admitieron tiempo despues que la idea de hacerla una chica surgió en mitad del proyecto (Se rumorea que queriendo hacer una referencia a Ripley de la película Alien). Es solo cuando acababas el juego que la marine se desvestía y te dabas cuenta de la realidad. Un pequeño plot twist más que adorable cuando veías a la querida Samus saludando al jugador. 

En su momento eso fue épico, y sin querer, Samus se convirtió en la primera heroína de los videojuegos. Ya no nos importaba quien estaba detrás del casco, es que nunca importó. Podía ser un perro o gato mutante hasta ese punto, y el aprecio que sentiríamos por nuestro avatar pixeleado sería el mismo. Muy distinto a lo que algunos personajes femeninos intentan ahora no solo en videojuegos, sino en cine y TV, restregándonos en la cara las dificultades de ser mujer desde inicio hasta el fin, con el típico mensaje de empoderamiento, el "míreme, yo también puedo" ¿A QUIEN LE IMPORTA?

Samus jamás se quita el casco frente a un enemigo para dejarles claro que "les ha vencido una chica", es que incluso mientras juegas, es posible que se te olvide el género de quien controlas, esa es la verdadera igualdad. 

Desde entonces hemos tenido protagonistas femeninas espectaculares, quienes enfrentan el peligro con valentía genuina, y no esperando a que haya un observador que tome nota de todos sus logros y reconozcan su fuerza.

Sería injusto decir que todas esas grandes heroínas nacieron gracias al arquetipo que forjó Samus Aran, pues cada una de ellas tiene su propio punto de origen. Pero Metroid 1986 fue sin duda el primero. Nació en un momento donde la experiencia era más importante que el mensaje, y lo sigue haciendo. 

Gracias Samus, por demostrarnos que de verdad existen heroínas fuertes reales y no fabricadas.

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