Estas declaraciones, unidas al dispositivo y los juegos (Mario Kart Tour y Candy Crush) en los que gastó tal cantidad de dinero, dejan claro que las compras consistían en micropagos para ambos títulos de móvil. Eso sí, Kozak también declaró que no era consciente de que la tarjeta de crédito estaba vinculada a la cuenta de la iglesia, pues pensaba que la había vinculado a la suya personal.