La historia del juego transcurre en el Nuevo Mundo del siglo XVII. Red y Antea son dos desterradores que son contratados para investigar si alguien está siendo seguido por un fantasma. Los dos son una pareja de lo más cuqui y el corazón se nos rompe cuando en el prólogo una Pesadilla mata a Antea. Por suerte nuestra querida queda atada a este mundo en forma de fantasma. Será entonces cuando empiece una aventura en la que visitamos aldeas y resolvemos casos mientras intentamos reclamar el cuerpo de Antea.
Aquí empiezan las duras decisiones que afectan a la aventura:
La más decisiva de todas es vengar a Antea para que pueda descansar en paz o intentar devolverla a la vida con un oscuro ritual.
Con esta premisa tenemos quevisitar pueblos y resolver los casos de distintas maneras. Podemos ascender y desterrar al espectro para que también Antea pueda ascender un poco. La opción opuesta es matar al personaje vivo para extraerle la energía espiritual y resucitar un poquito a nuestra amada.
Lo que más me ha gustado es que normalmente en este tipo de juegos tenemos la falsa sensación de ser dueños de nuestro destino. Al final cuando lo vemos de lejos es cuando le vemos las costuras al sistema y acaba siendo decepcionante. En el caso de Banishers: Ghosts of New Eden es una pasada ver como la relación entre los dos personajes va evolucionando mientras resolvemos las tramas más interesantes. Creedme que no es fácil resolverlos y que más de uno os dará más de un dolor de cabeza a nivel moral.
Al terminar el juego tenemos 5 finales completamente distintos. La primera run nos durará unas 25 horas y como te imaginarás es muy rejugable.