El director del primer God of War, que está jugando a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, ha generado polémica al afirmar que el juego se ve 'bastante soso' y las reseñas no penalizan su aspecto.

"Me importa una mie*** el increíble valor de producción+gráficos. Un gran juego es un gran juego. Estoy comenzando y, hasta ahora, muy bien. Pero dado que todos se vuelven locos por los gráficos, es asombroso cómo este juego puede verse así y no ser al menos un poco criticado en las reseñas".

"No me importa el realismo en los juegos. Y no digo que el juego sea malo; para mí, el gameplay es siempre lo principal (y muchas veces) lo único que me importa. Pero este juego es bastante soso y de aspecto antiguo en mi opinión y dada la importancia de los gráficos para los demás, me parecía que valía la pena discutirlo".

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