Me olvidaba de una de las cosas más excitantes; la existencia de los calderos. Al igual que en la primera parte, son mazmorras bastante largas pero merece la pena hacerlas porque los premios son impresionantes. Lo primero es que subirás de nivel y encontrarás un montón de materiales. Pero lo más importante es que desbloquean máquinas que a partir de ese momento podremos sabotear. Es genial llamar a una montura para cubrir grandes distancias y entrar con ellos a los poblados y ver la reacción de la gente es la mar de divertido.
Por supuesto no faltan los ya míticos Cuellilargos. Para escalar hasta la cima tienes que pensar un poco e interactuar con el escenario. Una vez ya esté hackeado se nos desbloquea un gran parte del mapa y nos muestra todos los iconos y cosas que hacer. Te recomiendo que si los ves a lo lejos vayas a por ellos. La recompensa merece la pena.
También se agradece la aparición que Aloy ahora pueda bucear y explorar el fondo marino. Visualmente es impresionante y en algunas misiones toca mojarse un poco mientras cruzamos escenarios angostos y asfixiantes. Todo un acierto.
Ya lo habrás léido en otros análisis pero es sorprendente cómo han enfocado la segunda parte del juego. Sin entrar en spoilers, el sistema de secundarias, diálogos y la existencia de una base recuerda un montón a Mass Effect y a los juegos de BioWare. Creo que ha sido una decisión acertada, ya que permite ir avanzando a nuestro ritmo. Es difícil hablar de ellos sin adelantar nada pero especialmente hay un par de escenas impresionantes.