Villano, ladrón de tesoros, piloto de karts, golfista, tenista, deportista olímpico en general, luchador, aspirante a millonario, entrepreneur, y también desarrollador de videojuegos. Si alguien puede rivalizar en cuanto a polivalencia con Mario, ese es, sin duda, su archirrival Wario. Con su traje amarillo y morado se dedica a las fechorías, pero siempre que ha vestido su outfit desenfadado de motero, ha pensado en hacerse rico a base de explotar las capacidades de las diferentes consolas de Nintendo, y ahora no será menos con WarioWare: Get It Together! disponible para Nintendo Switch a partir de este viernes.
Wario está creando su propio videojuego junto a todos sus amigos, para hacerle competencia al gran éxito de Ciudad Diamante, Pyoro, pero algo ha corrompido todo el código. Esta vez, Wario y compañía serán los protagonistas de los más de 200 microjuegos, y serás tú, el jugador, Joy-Con en mano, quien mueva a los personajes del videojuego dentro del videojuego y ayude a resolver toda esta locura. Todo esto suena muy caótico, porque así es Wario. Pero si es muy difícil de seguir, empecemos desde el principio.
Wario nació en 1992 como la contrapartida a Mario, el villano de Super Mario Land 2: 6 Golden Coins que vestía una gorra con una W en un juego de palabras con la palabra japonesa “warui”, que significa “malo”. El Mario malo: Wario. Su ambición hizo que tardase poco en hacerse con el protagonismo, y el tercer Super Mario Land ya se llamó directamente Wario Land. Y mientras buscaba tesoros, en 2003 empezó a desarrollar sus propios juegos con WarioWare, Inc.: Minigame Mania, para Game Boy Advance.
El estilo de Wario es cotidiano, desenfadado, ecléctico, soez, gracioso,… pero rapidísimo y directo. Una instrucción sencilla, una pantalla con un entuerto y apenas cinco segundos para resolverlo. ¡Encesta una pelota! ¡Gira unas aspas! ¡Haz despegar un cohete! ¡Mete unos dedos en una nariz! ¡Limpia una casa! ¡Esculpe una estatua! ¡Esquiva una salchicha con ruedas!