El incentivo fiscal ha sido reclamado por el sector desde hace muchos años y es una de las medidas que siempre figura en el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos, publicado por DEV. Su aprobación en este momento difícil permitiría a la industria de desarrollo de videojuegos paliar el impacto de la crisis de COVID-19 que, según una encuesta al sector, podría provocar una pérdida directa a corto plazo de 90 millones de euros de facturación y una ralentización importante en el crecimiento anual del empleo, equivalente a 500 empleos que dejarían de generarse en 2020. Además, si la crisis sanitaria se alargara más de 3 meses, existe un riesgo de continuidad de negocio para el 46 % de la industria, es decir, 240 empresas. En este caso, se estima la pérdida directa de un tercio de la facturación y empleo del sector, es decir, hasta 270 millones de euros y 2.300 empleos.
DEV lamenta la falta de sensibilidad hacia el sector y reivindica la importancia de apoyar a la industria española de desarrollo de videojuegos ya que puede representar un motor importante de desarrollo económico y de atracción de inversiones para España en la fase de recuperación tras las medidas de contención por la crisis de COVID-19. Es una industria cuyos procesos productivos y metodologías de trabajo hacen uso de las más avanzadas tecnologías y el 85 % de las empresas ya hacía uso del teletrabajo antes de la crisis de COVID-19. Gracias al incentivo fiscal sería posible la puesta en marcha de importantes proyectos dirigidos a los mercados internacionales, donde se ha visto como el consumo de videojuego se ha incrementado de forma importante a lo largo de los últimos meses.
Fuente: Nota de prensa