Super Mario Kart se lanzó oficialmente en España para Super Nintendo en 1992 y fue uno de los primeros videojuegos a los que jugué cuando era pequeño. Pronto se convirtió en uno de mis juegos favoritos y a lo largo de toda mi vida he ido jugando cada entrega con pasíon. Por aquél entonces no podía imaginar que más de treinta años más tarde estaría analizando un Mario Kart World que me ha dejado sin palabras. Nintendo lo tenía realmente difícil. Mario Kart 8 Deluxe y sus contenidos descargable había arrasado en la primera Switch. Parecía todo inventado hasta que llegó la idea del mundo abierto. Una de las grandes virtudes de la compañía nipona es que siempre sabe innovar con cambios radicales, pero manteniendo el espíritu familiar. Mario Kart World es una absoluta maravilla que nos plantea un montón de circuitos distribuidos por un mundo enorme y pequeños tramos que sirven de conexión pero que también forman parte de las carreras. Todo funciona de forma natural y sinceramente no me imagino volviendo atrás y abandonar esta idea. Pero no sufras, si eres un purista también siguen estando las Copas Grand Prix, con sus cuatro circuitos y las vueltas de toda la vida. Todo separado en las clásicas categorías de 50cc, 100cc, 150cc y un Modo Espejo que desbloqueamos más adelante. A nivel jugable se han retocado algunas cosas. Ahora podemos cargar un pequeño salta para encaramarnos a raíles, paredes, salientes y así ganar miniturbos al caer. Hace apenas unas semanas desde el lanzamiento del juego y la gente está ideando auténticas locuras para ahorrar unos segundos en la pista. El resto funciona como siempre: derrapes, rebufo y los items de toda la vida. Te sentirás como en casa. Se han añadido algunos nuevos como los martillos, el caparazón dorado, la flor de hielo y las transformaciones de Kamek. He agradecido que en las partes acuáticos nuestro vehículo se convierta en una moto de agua. Navegar las olas y ejecutar turbos mediante saltos es la experiencia Wave Race definitiva que necesitaba la saga. Y le sienta a las mil maravillas. La guinda final la ponen los 24 corredores simultáneos. A veces cuesta saber qué está pasando en pantalla pero es tremendamente divertido. Como siempre, la mejor estrategia suele ser quedarse en segundo o tercera posición y planear una remontada triunfal en los últimos compases de la carrera. Es de agradecer que Nintendo siga pensando en los más pequeños y en los que tienen algún tipo de lesiones en las manos. Además del sistema de control de toda la vida, tenemos el volante inteligente, el giroscopio y la autoaceleración. Se ha añadido una nueva función de rebobinado que sirve a las mil maravillas parap practicar atajos o para explorar el mundo abierto. Ha llegado la hora de hablar del modo Supervivencia que ha llegado para cambiarlo todo. No puedo estar más enganchado y que no puedo hacer otra cosa que pensar en hacerme unas partidas desde que me despierto hasta que me voy a dormir. Se trata de un recorrido único entre seis localizaciones. En momentos clave nos encontramos checkpoints en los que se elimina a los últimos cuatro corredores. Al principio de la carrera somos 24, luego, 20, 16, 12, 8…hasta que solo puede quedar uno. Es el modo más disparatado del juego y requiere un nivel de estrategia nivel dios. No vale usar todos los items a porrillo. Si quieres ganar, cada decisión cuenta y siempre te quedas con un sabor de venganza que te lleve a intentarlo de nuevo. Por último tenemos el modo contrarreloj y el modo batalla, con las clásicas opciones que todos conocemos. Otro gran añadido es el modo Carreras Versus, ideal para cuando logramos juntar un buen puñado de amigos. Aquí podremos controlar absolutamente todo: desde el número de carreras, los items que se pueden usar, hasta dividir los corredores por equipos. Ya no hay excusa para no montar el torneo perfecto durante estas vacaciones. Todos estos modos se pueden jugar en modo multijugador local a pantalla dividida de hasta cuatro participantes. Gracias a la nueva función de Gamechat ahora podemos ver las caras de nuestros colegas, si tienen una webcam conectada a la consola. No es un añadido que te vaya a cambiar la vida pero siempre es de agradecer que se añadan opciones que propicien los piques sanos entre amigos. El modo libre es algo que siempre le había pedido a la saga y que finalmente se ha hecho realidad. Básicamente podemos explorar el mundo en solitario o con amigos. En el mapeado tenemos más de un centenar de misiones, pruebas de habilidad y eventos fortuitos. Conducir por el escenario es una auténtica pasada y también podemos desbloquear nuevas skins para los personajes, comiéndonos la comida que van dejando los Yoshis en bolsas esparcidas por el mapa. Una de las cosas que han cambiado desde Mario Kart 8 es que ya no podemos elegir las piezas de nuestros vehículos. Ahora vienen predefinidos y a nivel personal lo prefiero así, porque la gente perdía demasiado tiempo entre carrera y carrera. A nivel de personajes tenemos a los de toda la vida y añadidos como la vaca, el pingüino, Topo Monty y hasta a Abejorro. Creedme que casi me ahogo por la absurdez de ver al personaje del Delfín pilotando una moto con forma de delfín. Esos absurdos son la esencia de Mario Kart, donde todo es tremendamente divertido. A nivel gráfico se nota la potencia de la nueva consola de Nintendo. En el dock funciona a 4K y a 60fps. En el modo portátil tenemos 1080 y 60fps super estables. Gracias al HDR tenemos los escenarios más coloridos y vistosos del saga. Los tiempos de carga son muy llevaderos y el juego se ve a las mil maravillas. Da igual que veas mil videos por Youtube porque hasta que no lo ves con tus propios ojos no eres consciente de lo bien que se ve esta maravilla. No puedo olvidarme de la banda sonora. Estoy deseando que la publiquen el la app de Nintendo Music porque es el homenaje perfecto a la historia de Nintendo y a los juegos de Mario. Tenemos homenajes incontables y momentos que han conseguido que se me pongan los pelos de punta y que me caiga una lagrimita. Escribiendo este análisis me he dado cuenta del tremendo mérito que tiene Nintendo. Mantener la esencia de una de sus sagas más importantes, mientras le añades cosas como un mundo libre o un modo supervivencia es increíblemente difícil. En Mario Kart World todo funciona a las mil maravillas, con carreras frenéticas llenas de diversión. En cada rato de juego vivirás momentos únicos que recordarás y comentarás durante el resto de días. Mario Kart World es el juego perfecto para estrenar Nintendo Switch 2. Un juego que es prácticamente eterno. No tengo ninguna duda de que venderá millones, batirá todos los récords y que lo seguiré jugando durante los próximos años. Uno de esos juegos que sale cada cierto tiempo para hacer historia.