El impacto que el juego tuvo para la industria lo seguimos viendo. Encaminó la saga de Resident Evil a lo que es ahora, dando un importante salto con su famosa cámara al hombro - eventualmente replicada en infinidad de juegos - y dictando al resto de creadores cómo se escribe una historia llena de terror, aventura y acción.
A pesar de tener ahora 20 años, el juego es completamente rejugable y muy disfrutable, hasta el punto incluso de ser preferido en algunos casos antes que su remake de 2023, lo cual ya es decir bastante, pues hablamos de uno de los mejores remakes de los últimos años.
Resident Evil 4 es el favorito de muchos, para un buen sector es incluso el mejor survival horror de todos los tiempos (guardando algo de prudencia para no decir algo más), es el juego elegido a la hora de recomendar un título a alguien que nunca ha agarrado un mando, un obra maestra que se encuentra en ese olimpo de lo revolucionario, lo mejor de lo mejor.
Es un juego tan icónico que tiene carisma por todos lados: El pueblo inicial con sus ganados, el fiel buhonero siguiéndonos por todos lados, la irritante voz de Ashley gritando por nuestra ayuda, el peinado impuluto de Leon que se mantiene siempre sedoso, Ramon Salazar y sus rabietas, Lord Sadler, el Alcalde, el Doctor Salvador y su temible motosierra, la salamandra gigante del lago, el perrito que salvamos al inicio de la aventura, la inquietante respiración de el Regenerador y su versión Iron Maiden... todo, TODO en Resident Evil 4 despide aprecio y excelencia. ¡Felices 20 años a esa joya!