El tema no es nada nuevo, de hecho. Pues de igual forma, hemos visto polémicas similares con personajes como Abby de The Last of Us 2 Y Alloy de la serie Horizon. Aquello apuntaba a lo mismo: Personajes fuera del molde de belleza estandar donde casi de forma automática, comparamos con los ideales de que tenemos. En este sentido, esa comparación nos lleva por ejemplo a los diseños que suelen hacer los asiáticos: Personajes curvilineos, rostros angelicales, ropa ajustada o faldas cortas. En principio no está mal, pues como hemos recalcado antes, el público objetivo es bastante claro: Adolescentes varones representando a la gran mayoría de los compradores.
¿Significa esto que apuntar al lado contrario está mal? Pues tampoco, es innegable que muchos personajes del gaming actual (incluso en otras industrias) lo han hecho precisamente porque terceros meten manos y hay intenciones ocultas detrás de todo esto.
Pero lamentablemente, dichas discusiones nos hacen perder el foco de lo que de verdad importa: ¿Está bueno el juego? No cabe duda que muchos productores intentan camuflarlo algunas falencias con un fan service de gabeta y sexualizar a algunos personajes se siente forzado en algunos casos. Asumimos que llevarlo todo a cualquier extremo resultará negativo, pero solo uno de estos extremos es atacado hasta el punto de acosar a actores y trabajadores de la industria, y por ahí no es.