Lo que más teme cierto sector es que los juegos de FromSoftware deban someterse a algunos de los estándares más controversiales de Sony, con mucha tendencia hacia la propaganda, el control de la narrativa de los juegos y sobre todo, una innegable reputación de afectar varias subsidiarias que han adquirido en el pasado. Algunos piensan que Hidetaka Miyazaki, presidente de FromSoftware, preferiría hacerse a un lado e iniciar de cero antes de dejar que terceros le impogan algo que no desee.
También se cree que los temores no deberían llegar tan lejos, y que la compra de Sony supondría una inyección de capital que potenciría varios proyectos, incluso con la pega de que se publiquen como exclusivos. Por otro lado, ya hemos sido testigos antes de cómo FromSoftware había trabajado con Sony en el pasado, como es el caso de Demon's Souls y Bloodborne, aunque en aquél entonces Japan Studio era lo que hoy ya no es, una subsidiaria liquidada.
La gran parte de los fans cree que FromSoftware lo hace bien por su cuenta, y algo que ya funciona no se debe tocar bajo la promesa incierta de que "podría ser un poco mejor". Es quizas la postura más pesimista al respecto, pero la voz de la audiencia es lo último que escucharán los hombres a cargo de este negocio. Kadokawa no tiene una fecha límite cercana para responder, por lo que la decisión final podría no ocurrir este año. De hecho, esta no es la primera vez que Sony hace la misma oferta a Kadokawa tras años intentándolo.