Los desarrolladores de simuladores deportivos tienen la obligación de estar a la última. El ritmo frenético de una entrega anual hace que se tengan que actualizar plantillas, uniformes, mejorar los gráficos, la jugabilidad y también estar atento a los cambios de los deportistas a nivel estético. Todos recordamos el revuelo que se formó cuando Messi se tiñó el pelo de rubio y se dejó barba. Todo el mundo esperaba con ganas a verlo en FIFA.Un simple peinado no es problema pero la cosa se complica más cuando entran en juego derechos de autor. A lo largo de los últimos años compañías como Electronic Arts, Take Two Interactive o THQ han tenido problemas por la representación de los tatuajes de algunas de las estrellas de sus juegos. La ley dice que cualquier ilustración creativa fijada en un medio tangible, incluida la tinta de un tatuaje, está suscrita a la ley de derechos de autor. Estos derechos pertenecen a la persona que hace el tatuaje y no al deportista. Para poner un ejemplo de la magnitud de derechos hay que tener en cuenta que Electronic Arts ha recreado más de 100 tatuajes distintos entre FIFA y UFC. Take-Two y 2K Games también han tenido demandas por los tatuajes de jugadores como LeBron James. Si queréis leer más sobre estema tema nosotros le dedicamos un artículo en 2016. Todo el mundo quiere llevarse parte del pastel y si las compañías pagan por los derechos de las canciones de la banda sonora también deberían pensar en hacerlo por cada tatuaje que aparezca en el juego. Al final lo que más sale a cuenta es tener a 11 Iniestas en tu equipo, sosegados, sin tatuajes ni mucho pelo para hacer experimentos estéticos. La tranquilidad es lo que más se valora.