Yoshihiro Togashi es el creador de uno de los shonnen más pupulares de este siglo, Hunter X Hunter. En la trama nos encontramos con Gon Freecs, un 'cazador' que sueña con encontrar a su padre, veterano de este mismo oficio. En este mundo, los cazadores son individuos con capacidades sobrehumanas, el cual hacen uso de un aura llamado 'nen' que potencia sus cualidades físicas y directamente les ayuda a crear técnicas propias dignas de la magia y lo sobrenatural.

Sin embargo, a pesar del enorme éxito de su manga  y posteriores animes, algunos fans se preguntan por la gran cantidad de texto y diálogos de la serie, hasta el punto de resultar un poco atosigante para los lectores, e invita a la duda de si no era mejor un libro.

Cabe destacar que el manga aun no está terminado, y tras varias pausas debido a temas de salud del autor, ha tenido una continuidad intermitente. Sin embargo, sean los primeros volúmenes o los últimos, la constante del exceso de texto permanece.

¿Pero de verdad es simple texto gratuito? En el universo de Hunter X Hunter hay infinidad de reglas y acuerdos muy ceñidos a la trama. La sola explicación del nen es mucho más compleja que lo que estamos acostumbrados. En Dragon Ball Z, el equivalente sería el Ki, y su explicación es opuestamente sencilla. Pero en la obra de Togashi, hay categorías, subcategorías, condiciones para las técnicas, e infinidad de apartados estratégicos para este poder que suelen ser algo enredados.

Para ejemplificarlo un poco, este nen del que hablamos tiene cuatro usos básicos, los cuales desprenden varias ramas para usos más específicos, como desaparecer el aura, curarse, captar el aura de otros, endurecer el cuerpo, etc. A su vez, el Hatsu, que es el tipo de nen para el uso práctico, tiene hasta seis categorías distintas. Sin necesidad de detallar cada una, os podéis dar cuenta de la cantidad de elementos para definir con tan solo una explicación superficial.

A esto se le suma que cada personaje tiene un nivel de complejidad superior a lo normalmente visto, no es solo que cada uno tenga secretos y demonios para complementar sus personalidades, sino que la serie está llena de personajes sumamente inteligentes y grandes estrategas. A Togashi le encanta hacer alarde de cómo sus personajes resuelven un acertijo, y no escatima en letras para dejarlo todo claro, dejando muy poco a la interpretación del lector. 

Bien o mal visto, es así como ha decidido que evolucione el guión de su obra. Pero tal parece que incluso el mismo creador hace guiño de su exceso de explicaciones, al dar al protagonista, Gon, una personalidad demasiado infantil. En varias ocaciones, nuestro protagonista se 'funde' al escuchar las explicaciones de su compañero Killua o el de algún maestro, simplificando todo a posturas más pragmáticas: "Este es el enemigo y esto es lo que debemos hacer". A pesar de ello, este mismo personaje logra madurar eventualmente, teniendo también momentos de destreza mental, dejando de ser tan impulsivo y siendo un poco más analítico.

Pero es que en Hunter X Hunter no basta con ser físicamente más fuerte. Un personaje fuerte y nada más no sería competencia contra un rival que le supere en inteligencia. La obra de Togashi es muy respetuosa de las capacidades de sus personajes y este deja volar su imaginación a la hora de darle habilidades propias. En la serie la estrategia lo es todo, y parece que no hay límites a lo que pueden hacer, hasta el punto de manipular la realidad como si de un sueño febril se tratara. Con tanto margen acción, la explicación posterior de por qué las cosas funcionan como funcionan no se pueden resumir en diálogos cortos como a los que estamos acostumbrados en este medio.

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