La directora cambia por completo el punto de vista en este capítulo, los mugiwara no son los protagonistas, sino todos nosotros, representados en la lucha de una pequeña fan que simplemente quiere conocer a aquella heroína, que sin siquiera buscarlo, le ha cambiado la vida. Es para muchos un capítulo perfecto, con un ritmo frenético que te impide distraerte. Muchos aclaman a Ishitani no solo como una gran narradora y animadora, sino como una persona que entiende a la perfección la obra de Eichiro Oda con detalles que incluso los más fans pudieron pasar por alto.
El recibimiento de este capítulo ha sido descomunal. Mientras muchos dedican párrafos y párrafos para explicar lo emotivo que ha sido el pequeño viaje, otros admiten quedarse sin palabras y sentirse incapaces de poner en letras lo que el capítulo ha significado para ellos, simplemente resumiendo que las lágrimas escapan por sí solas, un especial que vale la pena en cada frame.