En una entrevista por radio en Tokyo FM, el director fue preguntado: "¿Cuando hace cambios para él mismo y cuando los hace para la audiencia?" Su respuesta fue sublime: "Nunca pienso en la audiencia."
"Es imposible que todos los espectadores comprendan una película, nosotros somos los que asumimos la responsabilidad, por lo que no podemos dejarla en manos de alguien que simplemente esté ahí."
Para un cineasta que pule tanto sus trabajos y nos brinda contenido de primer nivel, es irreprochable su método si es la forma en la que ha trabajado siempre. Aunque claro, no faltará alguno que se siente por lo menos triste de saber que le habría gustado influir aunque fuera un poco en alguna historia del universo de Miyazaki. No os hagáis ilusiones; Miyazaki no se deja influenciar por nada.