Hacer una película con clasificación R en principico significa que la cantidad de público disponible para verla será reducida, los más pequeños no podrán asistir a las salas de cine y la cantidad de recaudo se impacta, pero es un riesgo que se debe asumir.
Primero que nada, porque ya hemos visto antes como películas de clasificación similar, como Deadpool, han logrado ser hits en toda la regla. El nombre de Deadpool y la propia calidad de la película hacen que el éxito esté garantizado. Recordemos que se trata de Marvel, una de las compañias cinematográfica con mayor aceptación del público.
El segundo motivo es que, por la naturaleza de la película, e incluso el comic, es necesario que esté dirigida a un público maduro. La violencia es esencial en el universo de Blade. Al final los showrunners intentan convencer a las casas supervisoras de poner la clasificación más asequible, pero esta gente no suele dar el brazo a torcer, por lo que piden que se censure o elimine contenido, lo cual no es del agrado de los creadores.
Uno de los más infames ejemplos de que la violencia no se debe censurar para proteger la esencia de un producto es Morbius. La cual es una película de vampiros... donde no hay sangre. No se muestra directamente personajes sangrando en rojo, sino con iluminación escasa (para que se vea oscura) y planos fugases donde el espectador no sabe ni lo que vió. ¡Así no es! Una peli de vampiros TIENE que tener sangre, punto.