El actor contó a US Magazine que en 1996 mientras interpretaba a Gastón en la producción de La Bella y La Bestia vivió este percance en plena actuación. Al parecer, el traje que llevaba con medias rojas y botas hasta las rodillas le daba mucho calor y era incómodo. Si a esto se suman todos los esfuerzos físicos de cada número, puede desembocar en algo tan embarazoso como no aguantarse las ganas de ir al baño.

"Bajo al escenario, preparándome para mi primer número... y pienso que realmente necesito ir de nuevo (al baño). Tocaba hacer la canción más cardiovascular que he hecho: literalmente cojo a Bella y mientras la cojo, paro de cantar y justo en ese momento me doy cuenta de que los músculos que necesitas liberar para poder cantar son los que no quieres liberar si tienes ganas de ir"

"El show debe continuar". Así, sin mucho margen para decidir, se meó encima. Han pasado muchos años de aquel incidente, pero parece que el actor ya tiene las tablas suficientes y que ha aprendido de este error de cálculo.

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