Hace tres años Netflix estrenó de forma muy sutil una serie animada llamada Dead End Paranormal Park. Con una animación y ambientación un tanto parecida a Gravity Falls o Gumball. Hasta ahí todo normal, hasta que vemos unos cuantos minutos de la animación y vemos de lo de verdad trata. La serie hace una fuerte alución a la ideologia LGBT y según la audiencia promueve la ideología transgénero, en un claro intento de propaganda que propone muy poco de una historia real o conexa. En la serie se nos presenta a un protagonista transgénero, cuyo principal rasgo es precisamente ese, se hace uso de "lenguaje inclusivo", uso de pronombres neutrales, su creador es un autopercibido queer y parte de su elenco de voces son actores transgénero.Todo lo anterior no sería tan grave per se, sino fuera por el hecho de que la serie está dirigida a niños de 7 años. Muchos apenas han descubierto la serie hasta ahora y esto ha iniciado una enorme campaña de retiro de suscricpiones de Netflix, incluyendo incluso grupos liberales que sostienen, dicha ideología no es apropiada para una audiencia tan joven.Este incidente recordó a muchos lo que ocurrió hace varios años con Cuties, una serie donde se presentaba a niñas de muy corta edad bailando con ropa y manerismos sugestivos, lo que provocó una oleada de críticas y boicots a la compañía de streaming, quienes fueron acusados de promover la pedofília y sexualizar a los más indefensos.