Venom: The Last Dance mejora recepción general a puro pulso
Por Anónimo 29 oct 2024, 11:30
Los salseos más recurrentes con películas recien estrenadas suelen tener algo que ver con el recibimiento de la crítica, pues es una regla no escrita que el veredicto final lo tiene el público, por más que la prensa especializada intente colarnos una idea colectiva. Este es el caso de Venom: The Last Dance, una película con muchos matices y que por momentos parece no sabemos si es una mala película o una gran película. Para muchos, sin ser la mejor película, es ya considerada un buen final para la trilogía, muy graciosa pero que también sabe en qué momentos dejar la comedia para ponerse seria y emotiva.
El film no ha debutado necesariamente mal, pero se esperaban mejores números para sus estándares. La película ha debutado en su primera semana con más de 170 millones de recaudación a nivel mundial, lo cual es una cantidad bastante importante, pero aun así, el recaudo más bajo de la trilogía, más aun con temas de inflación que solemos ignorar.
La película ya amortizó los 120 millones que costó hacerla, a pesar de que se trata también de la película de Venom más cara de todas.
El tema central de esta discusión sin embargo, no tiene que ver con números, sino cómo ha cambiado la persepción de la película con el pasar de los días. La crítica no ha sido muy benevolente con el anti-heroe en esta tercera entrega, pero el público, muy paulatinamente, se ha encargado de cambiar el concepto general: Venom: The Last Dance es una película palomitera, pero muy bien hecha, inesperademente emotiva (a pesar de tener ese nombre tan cantoso), y son muchos los que fueron por las risas y salieron con lágrimas.
La película tiene hasta dos escenas post-créditos, un cliché que quizas le reste un poco. Ademas de que por momentos parece desperdiciar potencial que deja un sabor anticlimático en el espectador. Tom Hardy es innegablemente un actor de primera categoría, y parece que por fin en la tercera película logra convencer al espectador de que hay química con su simbionte, un ser hecho enteramente por CGI, lo cual ya es un reto para el director.