La primera temporada de la serie animada Tomb Raider ha culminado con los números suficientemente altos para Netflix. Incluso aquellas críticas que recibió en algún momento les ha servido como marketing inprevisto. Pero a rasgos generales, la serie ha logrado captar la suficiente atención para extender la historia de Lara Croft.
La trama de la serie se alimenta mucho de Rise of Tomb Raider, el título lanzado en 2015. El material de origen ha valido para mantener una trama coherente, que se parezca a los videojuegos pero con los suficientes toques artísticos más personales de los desarrolladores de la animación.