En la entrada a la sala había un cartel advirtiendo que los espectadores iban a ser grabados para un documental posterior.
Por su parte el director del Festival de Sitges, Ángel Sala, ha pedido disculpas a todo aquel que se sintiese ofendido y ha asegurado que la organización del evento no fue engañada y que decidieron confiar en la idea de Wismichu porque era una idea interesante.